Hoy por fin terminaron los exámenes finales de este período. Ahora sólo queda esperar los resultados, independientemente de la calificacción "el daño ya está hecho". ¿debería de sentirme más tranquilo? ¿O comienzo a preocuparme por la carga de trabajo que me espera por haber balanceado más mi tiempo a temas académicos? En fin, las actividades nunca terminan.
Cambiando de tema, hoy tuve una conversación que me orillo a reflexionar acerca de esos recuerdos que involuntariamente nos dibujan sonrisas en el rostro, vino a mi mente la película de Peter Pan y la tierra de Nunca Jamás del escritor Escoces J. M. Barrie, y de cómo con la ayuda de polvo de hadas y un pensamiento feliz en la mente se adquiere la capacidad de volar. Consideró que todos tenemos muchos recuerdos agradables pero la vorágine de los días pocas veces nos da tiempo para mantenerlos frescos en los momentos de dificultad que la vida nos presenta para adquirir conocimiento y por ende experiencia.
Así que la conclusión a la que he llegado es a hacer una lista de todos esos recuerdos o pensamientos que nos harán volar en el momento que lo necesitemos, recuerdos que nos mantengan a flote en la tempestad y que nos ayuden a seguir adelante.
Si ese pensamiento involucra a alguien más ¿por qué no decírselo? Hacerlos partícipes de esa felicidad y de compartir la alegría que nos brindan, agradecerla y sobre todo valorarla.
Los invitó a hacer su lista, mental al menos, mantenerla en un lugar cercano y fresco para incrementarla con el paso del tiempo. Todos necesitamos de motivadores para esforzarnos día con día, y que mejor que la autonomía de esos pequeños incentivos para no depender de una motivación externa como monetaria o de reconocimiento que, muchas veces, no se presentan en el momento que más la necesitamos.
En algún lugar leí que una caracteriztica de un gran líder es "su capacidad de automotivarse" para así lograr sus objetivos a pesar de la adversidad.
Invitados están.
